Cuando
pensamos en preparar un cóctel, lo primero que imaginamos es una combinación de
dos o más bebidas con sabores y olores diferentes que, al mezclarse, dan como
resultado otra bebida con color, sabor y aroma nuevos. Pero antes de empezar a
mezclar sin sentido -o con sentido, pero sin mucha gracia-, debemos saber más
sobre la coctelería. Por ello, es muy importante tener una organización previa
y disponer de unos cuantos utensilios básicos para realizar esta actividad con
cierto rigor.
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La
cantidad de bebida: hay tragos
largos (que se sirven en copa o en vaso largo) y cortos (que se sirven, por lo
general, en copas tipo cóctel).
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La
cantidad de azúcar que contienen:
los hay muy secos, secos, semisecos y dulces.
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El
momento en que se sirven: están
los aperitivos (antes de comer), los digestivos (después de comer) y el resto,
que pueden tomarse a cualquier hora.
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Si
llevan alcohol o no, aunque es
preciso recordar que incluso los "cócteles 0,0%" están sujetos a
ciertas pautas y normas de elaboración, como el resto.
Utensilios
para preparar cócteles
En primer lugar, es necesario contar
con una
coctelera (a ser posible, de acero inoxidable), un vaso mezclador, que es un gran vaso de
cristal con un colador con gusanillo, una cucharilla mezcladora y una cubitera. También se
necesitarán pinzas
de hielo, cuchillo y tabla para cortar frutas, y los vasos: desde la típica copa de
cóctel triangular o el vaso ancho para combinados, hasta el clásico vaso de
tubo y las últimas copas de moda, muy grandes, semejantes a las de vino, pero
sobredimensionadas, para poder acoger en ellas un combinado con gran cantidad
de hielos y frutas.
La coctelera. Para utilizar la
coctelera (y que dure muchos años), se debe procurar no introducir bebidas
gaseosas en su interior. Si queremos mezclar zumos con refrescos carbonatados,
utilizaremos el vaso mezclador. Después de agitar la coctelera, no se aconseja
golpearla ni abrirla de inmediato. Es mejor esperar unos segundos a que la
mezcla se estabilice. Del mismo modo, una vez que se ha terminado de usarla,
hay que lavarla con agua caliente para eliminar cualquier resto y luego
enfriarla, tras llenarla con hielos que luego desecharemos.
El hielo. Aunque no todos lo
saben, el hielo es uno de los elementos más importantes (y hasta
fundamental) para elaborar un cóctel. Sus funciones principales son dos: ayudar
a la mezcla de distintas densidades de las bebidas y, por supuesto, enfriarla.
Sin embargo, si el tipo de hiel no es el adecuado, puede aguarnos el
cóctel. Para que eso no ocurra, utilizaremos hielos compactos, sin agujeros, a
ser posible de máquina industrial (se pueden comprar con facilidad en
establecimientos autorizados).
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